El vidrio templado es un tipo de vidrio que se somete a un intenso calentamiento a aproximadamente 700°C, seguido de un enfriamiento rápido mediante chorros de aire frío a baja temperatura.
Esta rápida transición de calor a frío genera un choque térmico en la superficie del vidrio, creando un estado de compresión que mejora significativamente su resistencia mecánica.
En caso de rotura, el vidrio templado es menos peligroso que el vidrio convencional, ya que se fragmenta en pequeños trozos que no presentan bordes afilados.
Debido a su alta resistencia mecánica y a la característica de no ser peligroso en caso de rotura, también se le conoce como vidrio de seguridad.
¿Cómo surge el vidrio templado?
El término «cristales templados» hace referencia al proceso de templado, un tratamiento específico aplicado a las láminas de vidrio.
Durante este proceso, el vidrio se coloca sobre rodillos que lo transportan a través de un horno especialmente diseñado para este fin.
Este tratamiento térmico transforma el vidrio convencional, primero calentándolo a una temperatura elevada, alrededor de 640°C, y luego enfriándolo rápidamente.
La fase de enfriamiento se lleva a cabo mediante chorros de aire dirigidos desde diferentes ángulos.
Mientras las superficies superior e inferior del vidrio se enfrían y endurecen rápidamente, el núcleo permanece en tracción y se enfría de forma más gradual.
Como resultado, el vidrio experimenta una compresión superficial que incrementa su resistencia a impactos y a cambios bruscos de temperatura.
Este tipo de vidrio, también conocido como vidrio de seguridad, es ideal para diversas aplicaciones en la cristalería en Madrid y para cualquier instalación de cristales templados.
Principales características del cristal templado
El vidrio normal es un material muy utilizado en el sector del mueble debido a su maleabilidad. Se fabrica a partir de arena de sílice tamizada y fundida a altas temperaturas en un horno de vidrio.
Cuando el vidrio clásico se agrieta, existe el riesgo de que se rompa peligrosamente en grandes astillas afiladas.
Por esta razón, debe manipularse con accesorios profesionales de vidrio adecuados. En contraste, los cristales templados, gracias a su proceso de fabricación, se rompen en numerosos fragmentos pequeños con bordes redondeados, lo que reduce significativamente el riesgo de lesiones.
El templado confiere al vidrio propiedades adicionales:
- Resiste la rotura aproximadamente 7 veces más que una lámina de vidrio clásica.
- Soporta temperaturas de hasta 250°C.
- Resiste mecánicamente los golpes hasta 4 veces más.
- Posee una cierta resistencia a la presión de flexión.
- No obstante, el vidrio templado tiene una limitación: no se puede volver a trabajar una vez templado, ya que corre el riesgo de romperse. Esta característica hace que sea esencial realizar cualquier corte o perforación antes del proceso de templado.
Por estas razones, los cristales templados son una excelente opción para quienes buscan vidrios de seguridad.
Si necesitas una instalación de cristales templados, busca una cristalería en Madrid o una cristalería cerca de ti para obtener productos de alta calidad y servicio profesional.
¿Cómo es la instalación de cristales templados?
Si bien como empresa es importante validar una metodología para cumplir con los estándares de calidad en cada proceso de instalación de ventanas y cancelería de aluminio, a continuación se detallan los pasos que una empresa especializada en proyectos de gran tamaño, como Cristel, lleva a cabo:
- Conciliación con el cliente: Se define junto al cliente cuáles son las áreas o etapas que requieren avance, con el objetivo de cumplir con sus necesidades y expectativas.
- Levantamiento físico en obra: Con las etapas establecidas, se realiza un levantamiento físico milimétrico en la obra para los canceles que se fabricarán, asegurando precisión en las medidas.
- Proceso de producción: Se inicia el proceso de producción utilizando software e ingenierías para diseñar las ventanas conforme a los alzados y presupuestos del proyecto. Esto garantiza trazos y cortes exactos, minimizando la pérdida de material.
- Embarque del producto: El producto terminado se embala y protege para su traslado a la obra, pasando por un riguroso control de calidad que verifica medidas, funcionalidad y cumplimiento con las normas mexicanas, asegurando ensamblajes, accesorios y herrajes correctamente posicionados y funcionando adecuadamente.
- Descarga y ubicación: Una vez en la obra, se descarga el producto y se ubica el cancel en el vano correspondiente para su montaje.
- Montaje del cancel: El operario inicia el montaje del cancel, fijando los marcos y sellando perimetralmente el aluminio contra la superficie.
- Montaje de las hojas: Se continúa con el montaje de las hojas según su configuración, ajustando los herrajes para asegurar su correcto funcionamiento.
- Sellado interior: Se sella el cancel por el interior para garantizar su hermeticidad y estabilidad.
- Inspección: El equipo de construcción de Cristel realiza una inspección exhaustiva del trabajo realizado.
- Entrega al cliente: Una vez aprobado el cancel por el equipo de construcción, se muestra al cliente para su entrega y confirmación de satisfacción total.
Este proceso estructurado asegura que cada instalación de cristales templados y cancelería de aluminio cumpla con los más altos estándares de calidad, proporcionando seguridad y satisfacción al cliente.
Para proyectos de gran envergadura, es fundamental contar con una cristalería a medida en Madrid o una cristalería cerca de ti que pueda ofrecer estos servicios especializados.
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En conclusión, los cristales templados combinan seguridad y durabilidad, siendo perfectos para ventanas y cancelería de aluminio.
Cristalería Retiro sigue un proceso riguroso para garantizar productos de alta calidad que cumplen con las normativas y las expectativas de los clientes.
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